lunes, 31 de mayo de 2010

ENSAYO: Sonido, evocador de imágenes





































































TRABAJO DE INVESTIGACIÓN TEÓRICO-VISUALColor del texto
SONIDO, EVOCACIÓN DE IMÁGENES

Quiero comenzar este ensayo partiendo de algunas de las preguntas que me han llevado a la reflexión sobre esta temática: ¿se puede educar lo visual a partir de lo auditivo?, ¿puede el sonido provocar sensaciones visuales?, ¿es acaso el sonido, una “musa” de la imagen?...

Algunos autores proponen que es la dialéctica del cine la que une, o en ocasiones opone, estos conceptos: sonido e imagen. Aunque alcanzan esta temática desde un punto diferente al propuesto por mi parte, me gustaría hacer referencia a algunas de sus interesantes ideas. Burch habla de que desde las primeras proyecciones de cine mudo, tanto el espectador como los cineastas han sentido la necesidad de un acompañamiento sonoro, haciendo referencia a música más que a sonido aislado o palabra. Robert Bresson dice que el sonido, por su mayor realismo, es infinitamente más evocador que la imagen, la cual define como "estilización de la realidad visual". Añade que "un sonido, evoca siempre una imagen, una imagen nunca evoca un sonido". Aunque han pasado muchos años desde este pensamiento, y aunque la vida haya girado mucho, si hoy en día Bresson defendiera esta teoría, yo no podría decir que la apoyo en su totalidad.
Desde mi punto de vista, un sonido es un camino hacia la ensoñación, una herramienta de comunicación y un modo de expresión. Es sonido toda aquella “sensación producida en el órgano del oído por el movimiento vibratorio de los cuerpos, transmitido por un medio elástico, como el aire” (Wordreference. Diccionario de la Lengua española), pero para mí, el sonido también es aquello que puede dar o cambiar el sentido de una imagen, que puede argumentar sin palabras o evocar recuerdos. Podemos decir que esta conexión de la que hablamos es recíproca, es decir, la imagen, aquello que puede “decir más que mil palabras”, aquella representación de algo o de tantas cosas, aquel comienzo de una historia inimaginable, también puede tener la capacidad de conducirnos al recuerdo de un sonido, una sensación sonora que nos ayude a viajar, que nos acompañe en el camino de la imaginación.

"Aunque el lenguaje verbal es el artificio semiótico más potente que el hombre conoce, existen otros artificios capaces de abarcar posiciones del espacio semántico que la lengua no siempre consigue tocar" Umberto Eco

En general, la opinión actual de muchos especialistas del cine o de la imagen y el sonido sigue la línea de que la incorporación del sonido a los textos audiovisuales le da un grado de realismo. No hablamos en este caso de evocar una determinada imagen puesto que el sonido no se produce de forma aislada sino en un contexto en el que complementa, integra y potencia a la imagen. Esta incorporación posibilita el enriquecimiento de la imagen y el “ahorro” de otras representaciones que tuvieran que dar un sentido más completo a la idea que se pretende expresar. Este elemento ha creado un fuerte impacto en el espectador y una forma diferente de percepción, llegando a condicionar activamente lo que percibimos e interpretamos de la imagen, por ejemplo, imágenes que evocan alegría pueden interpretarse de forma distinta si el sonido que las acompañan es aterrador.

"La pista sonora de algún elemento visual puede anticipar ese elemento y dirigir hacia él nuestra atención...puede aclarar hechos de la imagen, contradecirlos o hacerlos ambiguos." (Fernández Díez, F. y Martínez Abadía, J., 1999, pág. 194).

Según A. Rodríguez (1998), el audio que acompaña a una imagen actúa siguiendo tres líneas expresivas:

  • Transmisión de sensaciones visuales
  • Conducción de la interpretación audiovisual: Cuando a una imagen se le añade un sonido o viceversa, se elabora un mensaje totalmente nuevo del que era cuando ambos elementos actuaban por separado. Mediante el juego entre imagen y sonido se agregan significados, que eran imposibles de percibir.
  • Organización narrativa del flujo audiovisual: El sistema sensorial humano, según el principio de la regularidad (Rodríguez, A., 1998, pág. 166), hace que el oído tienda a unir los estímulos sonoros de características acústicas similares en un sólo grupo. Por lo tanto, un cambio brusco en el sonido significa el final de un fenómeno y el comienzo de otro. Los expertos en la producción audiovisual, agrupan las imágenes visuales con el audio, que posibilita que todo sea percibido como una sola secuencia o todo lo contrario. Un ejemplo son los videoclips, que necesitan un sonido para que las imágenes visuales se conecten.
Entrando un poco más en profundidad en el campo científico, más específicamente en la neurociencia, podemos encontrar un fenómeno en el que se unen los sentidos de la vista y el oído, es conocido como la sinestesia. Este término procede de la unión de dos palabras griegas que significan `junto´ y `sensación´, y se trabaja en retórica, estilística y neurología como la mezcla de varios sentidos diferentes. Científicos de la Universidad de California, sostienen que sus descubrimientos apoyan la idea de que la sinestesia se debe a una activación cruzada de áreas subyacentes del cerebro que procesan diferentes informaciones sensoriales, este cruce podría explicarse por una falla en la conexión de los nervios entre las distintas áreas cuando el cerebro se desarrollo en el interior del útero. Explicado de otra manera, podríamos decir que, al nacer, el cerebro no tiene asignado qué zonas trabajan con cada sentido, y esto produce que las futuras asociaciones entre sentidos y órganos de los sentidos se fijen de forma irregular, es decir, fuera de la normalidad de la mayoría de los seres vivos. Existen interesantes experimentos con monos en los cuales se les ha reasignado una zona del cerebro típica de la audición para la que trabaje con imágenes a través de la vista.
La mayoría de estas sinestesias, es decir, estos “entrecruzamientos desorganizados” se producen entre los sentidos de la vista y el oído.
Si partimos de que el lenguaje es sonido, podemos decir que un bebé antes de hablar balbucea, produce onomatopeyas y gemidos de placer y dolor. El dolor en otros, ya sea personas o animales, es reconocible incluso entre especies.
Si oímos los chillidos de un primate solemos reconocer si son de angustia o dolor. Con tan solo oír el sonido y sin verlo. Esto es así porque no siempre podemos tener visualización de un individuo y la forma de saber que está en peligro es el sonido, aunque sea a nivel egoísta, y decimos esto de egoísta porque nuestro principal objetivo en este reconocimiento es que este chillido nos ponga en alerta de un posible peligro para nosotros y nuestra supervivencia
Por lo tanto hay musicalidad en los sonidos y parece un concepto universal inter-especies. Todos sabemos que los sonidos son ondas. Y estas son recogidas por la membrana auditiva que vibra según este nivel de ondas. Pero las imágenes también son ondas. ¿Es esta la conexión que buscamos entre estos dos sentidos?.
El cerebro recoge las ondas y las convierte en impulso eléctricos. Luego, puede haber una relación de cadencia de impulsos sonoros o de luminosidad y color con la cadencia de impulsos neuronales. En el cerebro del bebé este "bombardeo" de ondas sonoras y lumínicas son entremezcladas y asociadas a distintas partes del cerebro, pero no siempre lo hace de forma adecuada. Este tipo de "error" en la reasignación de zonas cerebrales produce la sinestesia.
La sinestesia en mayor o menor medida la han “sufrido” un gran número de artistas. Aunque no por tenerla se es artista.
¿Y la palabra, el lenguaje? No deja de ser sonido. La sinestesia más común es la del poeta. Todas las figuras retóricas son producto de su sinestesia. Pero… ¿somos capaces de leer un poema y reconocer una metáfora o un símil? La respuesta a esta pregunta seguramente será afirmativa, por lo que podemos llegar a la conclusión de la que sinestesia no se sale tanto de la “normalidad”, pues existe una capacidad innata en todos los seres humanos que nos permite comprenderles y entender sus modos de expresión.
Si el sonido y la visión son ondas, ¿se puede afirmar que el rojo es una nota Fa o Do? Y si es así, ¿se puede afirma que la palabra rosa "asigna" cierta musicalidad a la imagen y la imagen de la rosa "asigna" cierta musicalidad a la rosa? Es decir, las ondas de color y lumínicas de la rosa (aquellas que dan forma al objeto) nos transmiten cierta musicalidad, es este caso, melódica que a su vez la reasignamos al ponerle un nombre y no otro, para de esa forma al nombrarlo a otra persona, con tan solo pronunciar el nombre, se tenga esa musicalidad y nos transmita al cerebro (por inversión), la forma y color de la rosa.
Pero todo esto ya lo dijo Shakespeare aunque de otra forma: "Eso que llamamos rosa, ¿sería tan dulce si tuviera otro nombre?”.
Después de este viaje por la teoría y la práctica personal y de otros, podemos responder, siempre de forma subjetiva, a algunos de los interrogantes que nos planteábamos al principio de nuestro ensayo. ¿Podemos educar lo visual a partir de lo auditivo?. Mi respuesta es sí, somos seres con cierta “capacidad sinestésica” oculta o no desarrollada que nos permite crear imágenes a partir de sonidos, buscamos a través de nuestros oídos un cierto realismo audiovisual que nos permita dar un sentido más completo a lo que no podemos ver. Desde pequeños nos educamos en una relación auditivo-visual que nos permite revivir información visual, pero considero que es también importante educar una libre conexión de estos dos factores, es decir, ser capaces de “dibujar” sensaciones que se salgan de lo normalizado o cotidiano. Podemos, por ejemplo, trabajar con alumnos actividades en las que se muestren diferentes imágenes con una misma música o una sola imagen con diferentes músicas o sonidos, y que sean capaces de percibir el cambio de significado de la imagen, conduciéndolos hacia un camino en el que escojan con libertad su propio significado, que sean artistas de imágenes en silencio que gritan un significado propio.

“Al igual que se dice que hay una música para cada ocasión, existe una música para cada imagen“

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