Tras conseguir un momento de trabajo con mis alumnos y plantearme cómo podía llevar a cabo con ello algunas de las experiencias que realizáis en clase, decidí comenzar introduciéndoles en un "mundo mágico" en el que, con algunos obstáculos, ellos se convertían en los únicos intérpretes de la realidad que les rodeaba. El obstáculo, papel celofán de diferentes colores, fue para ellos como ponerse una gafas. Estos alumnos, de 8 y 9 años, querían demostrar de forma tan real en las fotos lo que veían que algunos de ellos decidieron "jugar" fotografiando su elección con el papel delante de la cámara como de si de sus ojos se tratara. Acompaño esta entrada con alguna documentación fotográfica sobre la experiencia.
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